Renovar tu entorno es un proyecto que debe ser tomado con cabeza fría, especialmente a la hora de escoger una pintura para la casa capaz de revitalizar, ampliar e iluminar cualquier espacio pues, de lo contrario, es muy probable que resultes frustrado por uno u otro motivo y en la obligación de duplicar tu inversión de tiempo, esfuerzo y dinero.
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Entonces, para ayudarte a encontrar los mejores productos en tanto a calidad, duración y acabados capaces de reflejar tu personalidad, a continuación te presentaremos algunos elementos importantes que deberás tener en cuenta antes de proceder a comprar la pintura para tu casa.
¿Qué tipo de pintura debes escoger?
Primero que todo debes identificar tus necesidades, por lo que es fundamental calcular el promedio del tamaño de la superficie por pintar, su material y el efecto que buscas generar.
Así, pues, multiplica el ancho por el alto de la superficie, para conocer más sobre este aspecto te invitamos visitar el catálogo en nuestra página. Esto te será de infinita utilidad para no quedarte corto de pintura, o llevarte a realizar un gasto excesivo en pintura que no utilizarás en este momento.
Ahora, en cuanto al tipo de pintura, puedes escoger entre:
- Pinturas a base de agua o látex: Ideales para superficies interiores y cuentan con la característica de secado rápido, lo que permite dar una segunda mano en poco tiempo.
- Pinturas a base de aceite o esmalte: Excelente alternativa para cubrir superficies exteriores gracias a su impresionante resistencia. Sin embargo, debe ser tenido en cuenta que no trabajan del mismo modo sobre ladrillos nuevos, estuco o concreto, por lo que se recomienda sellarlos y neutralizarlos antes de proceder a pintar.
¿Cuáles son los colores más adecuados?
En entradas anteriores hemos explicado la importancia de la selección del color, ya que éstos no solo reflejan la personalidad de quien habita el espacio, sino que también tienen un importante efecto en sus emociones, por lo que no puedes pasarlo por alto.
Busca colores que te hagan sentir acogido, que jueguen con la iluminación y que den sensación de amplitud.
Prepara tus herramientas de trabajo
Otro importante aspecto que debes tener en cuenta, es la gran variedad de herramientas que puedes llegar a necesitar para aplicar la pintura y lograr un excelente acabado. Para ello debes analizar las condiciones del espacio sobre el cual vas a trabajar, de modo que necesitarás contar con elementos como:
- Pintura adecuada para la superficie.
- Brochas.
- Rodillos.
- Barras de madera (para extender el alcance del rodillo).
- Cinta de enmascarar.
- Papel periódico.
- Una cubeta con agua tibia y una con agua fría (para limpiar las herramientas).
- Esponjas.
Protege muebles, guardaescobas, suelos y techo
En la mayoría de los casos lo más recomendable es desocupar la habitación que vas a pintar, pues además de permitirte trabajar con mayor comodidad y evitar salpicar alguno de tus muebles preferidos, también evitarás que se impregne el olor a pintura en éstos.
Recuerda cubrir todas estas superficies con periódicos y adherirlos con cinta de enmascarar para prevenir que se deslicen. Asimismo, te invitamos a utilizar prendas viejas o que no utilices más, pues las salpicaduras son inminentes y podrás echar a perder alguna prenda nueva.
Finalmente…
Debes tener en cuenta el tipo de acabado al cual le estás apuntando, por lo que te invitamos a realizar diferentes pruebas antes de adquirir el producto final con el cual vas a pintar. Esto puedes hacerlo con la ayuda de un pincel grueso sobre cartulina del color de las paredes actuales y esperar a que se seque. Recuerda ver el resultado a la luz, pues ésta te permitirá ver cómo quedará tu hogar. A su vez, no olvides realizar una limpieza general de las paredes antes de proceder a pintar, pues las partículas de mugre y polvo pueden alterar los resultados considerablemente, manchando la pintura o perjudicando su adherencia.