Cuando deseamos renovar nuestro entorno, generalmente pensamos únicamente en la combinación de colores que vamos a utilizar para añadir un toque de novedad y vida. Sin embargo, algo que podemos llegar a ignorar, es el tipo de pintura que vamos a implementar para ello.
Evidentemente, ante la mirada común es difícil tomar una decisión precisa sobre qué clase de pintura escoger teniendo en cuenta la gran variedad que encontramos en el mercado, como puede ser pintura plástica, sintética, base, con textura, de una capa, sin goteo, óleo o barniz, entre muchas otras.
No obstante, lo más recomendable siempre es contar con la asesoría de un experto capaz de ayudarte a elegir el mejor tipo de pintura que se acomode a tus necesidades puntuales. En este caso hablaremos de la pintura de esmalte, sus características y sus variedades, con el fin de brindarte una mejor idea sobre este importante tipo de pintura.
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Entre las demás pinturas convencionales, la pintura de esmalte es considerada como la más adecuada para crear películas resistentes y lisas, la cual tiende a ser aplicada sobre superficies en interiores, aunque también es bastante popular para recubrimientos en metal, vidrio y hormigón gracias a su adherencia, dureza y facilidad para ser limpiada.
Además, gracias a la posibilidad de ofrecer terminados brillantes, satinados y mate, también suele ser implementada para darle vida a interiores de alto tráfico que requieren limpieza constante como lo son talleres, cocinas y baños, por mencionar algunos. Sumado a esto, la pintura de esmalte es una de las más populares a la hora de pintar superficies expuestas al desgaste dadas sus condiciones densas y de alto brillo.
Para elegir el mejor tipo de pintura de esmalte, pues, es importante saber que en la actualidad nos encontramos con dos diferentes clases; los esmaltes acrílicos (aquellos que están a base de agua) y los esmaltes sintéticos (diluidos en disolvente sintético o aguarrás mineral). Cada uno cuenta con características puntuales que deben ser mencionadas bajo la idea de identificar aquel que mejor se adapta a tus necesidades puntuales.
Pintura de esmalte acrílica
Teniendo en cuenta que la pintura de esmalte no cuenta con metales pesados, es una excelente alternativa para interiores que necesitan ser habitados de manera inmediata y, sumado a ello, cuando se trata de la pintura a base de agua, la presencia de olores es mínima. Esto hace que este recubrimiento sea ideal para lugares cerrados como, por ejemplo, despensas grandes.
Cabe mencionar que este tipo de pintura de esmalte es mucho más amigable con el medio ambiente y no afecta a la capa de ozono.
Pintura de esmalte sintética
Por otro lado, la pintura de esmalte sintética está conformada a base de resinas alquídicas, las cuales funcionan para darle una contextura más flexible y, consecuentemente, más resistente a golpes y arañazos que otras alternativas, haciendo de esta pintura el recubrimiento ideal para elementos del mobiliario de uso frecuente. No obstante, al estar disuelta en disolventes, la pintura de esmalte sintética tiende a tomar más tiempo para el secado.
Entre la pintura sintética, también es probable encontrar esmaltes de poliuretano (mono o de bicomponentes) especiales para resistir intemperies, productos químicos y rayados, aunque se deben aplicar sobre superficies muy secas en ambientes cuya humedad sea inferior al 85%.
Finalmente, este tipo de pintura de esmalte también puede encontrarse en diferentes acabados como lo mencionamos anteriormente: mate, satinado, brillante, metalizado o efecto laca, lo cual es sumamente funcional para disimular imperfecciones, nivelaciones y facilitar su mantenimiento.