Como es bien sabido, cada parte de nuestro hogar tiene una personalidad, y es a partir de aquella que nosotros como habitantes podemos sentirnos cómodos y llevar a cabo cualquier tarea que allí deba realizarse, pues no es lo mismo aquel tono que utilizamos para habitaciones relajantes y acogedoras, que el que podemos aplicar en la cocina, la sala, el baño o nuestra oficina.
Esta última, además, no se limita a oficinas en el hogar, ya que las oficinas externas también deben contar con una decoración adecuada que motive a quienes desempeñan su labor en ella. Es decir, un entorno donde la creatividad, la concentración, la productividad y la disposición mental deben encontrarse en su punto máximo, debe estar decorado de tal forma que los trabajadores que ocupan dicha oficina puedan dar lo mejor de sí.
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En este orden de ideas, a continuación le brindaremos los mejores consejos para que pueda decorar su oficina con los mejores colores que incrementen la productividad de su equipo.
Tonos vibrantes como rojo y naranja
Según Elizabeth Brown, directora de EB Color Consulting, el rojo y el naranja son colores ideales para generar animosidad en el ambiente, acelerando el ritmo cardíaco y promoviendo una mayor actividad en el entorno. Sin embargo, al tratarse de tonos tan fuertes, lo recomendable es utilizarlos de manera estratégica, aplicándolo únicamente sobre una sola superficie que contraste con el resto del ambiente.
Este estilo es recomendado para oficinas donde la creatividad debe permanecer a flote y el ambiente ofrezca tranquilidad y camaradería, por lo que es ideal para agencias de diseño y publicidad. También, según los expertos, aquellas oficinas que cuentan con cocinas y pasillos pueden incluir al rojo y al naranja en sus paredes, de modo que las personas no reduzcan su actividad cerebral aún cuando realizan actividades distintas al trabajo.
Adicionalmente, hablando de tonos cálidos, el amarillo y el ocre son colores ideales para incrementar la alegría y la autoestima de quienes habitan el espacio, de modo que las actividades pueden llevar a resultados óptimos y de mejor calidad. No obstante, según Mark Woodman, director de Color Marketing Group, los detalles amarillos deben ser muy sutiles, pues su efecto puede ser contraproducente si se utiliza en exceso, causando inquietud y estrés.
Colores que viajan entre el azúl y el verde
Por otro lado, nos encontramos con los tonos fríos, donde el azúl y el verde juegan un papel esencial. Según Woodman, los empleados suelen pasar demasiado tiempo bajo luces fluorescentes en una oficina, de modo que cualquier contacto con el mundo exterior puede causar relajación e incrementar la productividad.
Esto se debe a que, en el subconsciente humano, los colores verdes y azules nos recuerdan inmediatamente a todo aquello relacionado con la naturaleza, por lo que la frescura de estos tonos son muy estratégicos para un entorno de negocios.
Asimismo, datos estadísticos han demostrado que el verde es un color que potencia la concentración de las personas, aumentando las capacidades de recordación y aprehensión.
Además…
Aunque profesionales como Brown y Woodman recomiendan estos cuatro o cinco tonos principalmente, y su opinión está reforzada con los estudios del Personality and Social Psychology, conocedores del mundo de los negocios proponen el uso de tonos pastel (durazno y lila, por ejemplo) para proponer entornos relajantes, especialmente para aquellos entornos con pocas ventanas.
Para contrastar con los tonos vibrantes mencionados anteriormente (amarillo, rojo y naranja), se recomienda utilizar blanco y gris, ya que además de ser tonos que poseen excelentes propiedades que favorecen el orden, la amplitud, la calma y la concentración, pueden explotar el verdadero potencial de los colores contrastantes.
Por último, colores como el violeta y el morado son ideales para ciertos detalles que, en la medida adecuada, pueden generar tranquilidad sin afectar la concentración.
Al final del día, todo se trata de experimentar.
